El partido fue una batalla, la disputa se apoderó del partido para dejar de lado la fluidez en la combinación. El Barça no daba más de cuatro pases seguidos, se repetían las pérdidas en fase de elaboración para dar lugar a ocasiones de gol para los de Mourinho. El Barça no estaba fino, en una jugada aislada llegó el primero pero ni con eso Guardiola estaba satisfecho.
La faena estaba encauzada. Bajar una línea a los peloteros, dejarse querer por el Inter, atraer a su defensa y buscar la profundidad cuando Lucio y Samuel achicaran. El Barça buscaba posesiones largas pero sin profundidad. El Inter buscaba la combinación vertical y la estrategia. Milito tuvo un par de ellas en el mismo costado, hubo un fuera de juego inexistente y el empate no tardó en llegar. Un balón lateral, una basculación excesiva de Alves, y gol de pizarra del Inter ya que Mourinho buscaba la espalda de Alves con la diagonal de Pandev y llegada de Sneijder.
Ibra no aparecía, Messi no conectaba y el equipo no encontraba las vías para llegar a Julio César. Ambos equipos estaban inseguros, el Barça no tenía confianza con balón; pérdidas, malos controles y ausencia de líneas de pase. El balón del Barça sólo daba expectativas de gol a los de Mourinho. Mal plan, en el descanso había que corregir para ganar confianza en la victoria a partir del balón.
El Inter no jugó a la perfección
Los de Mourinho tampoco estaban finos, Motta fallaba pases, Eto’o no encontraba la diagonal y Milito fallaba de cara a gol. Atrás, estaban por detrás de balón pero la basculación no era correcta. A igual inseguridad ganaba el Inter ya que el Guisseppe Meazza empujaba como debería ser siempre. Las butacas vacías y los estadios solitarios hacen que el fútbol sea menos fútbol.
El Inter subió la línea de presión. Empezó valiente, el Barça no encontraba las vías de escape y tras una pérdida de Messi, con falta de Motta, llegó el segundo. Un error era un gol en contra ya que las llegadas de segunda y tercera línea a la contra son el punto fuerte del Inter. Milito, Eto’o y Maicon, todos al espacio dejado por Maxwell en su subida. La pérdida de Messi no estaba dentro del guión, el Barça iba a remolque.
Lejos de mejorar el partido, empeoró para el Barça. Era la tercera salida del Barça donde no había fútbol. El objetivo era portería a cero pero el Inter metió tres. El Barça ahogó al Inter, en el último cuarto de hora fue un feo monólogo ya que por más que tuvo el balón no había ideas ni maneras, sólo jugadas extrañas ya que hubo un par de penaltis que bien pudieron cambiar el resultado pero que no hubiesen servido para modificar la valoración del partido.
La victoria estuvo en lo psicológico, en la mentalidad; siempre en la disputa para ser gladiadores, los de Mourinho han ganado el primer asalto. Queda la vuelta, se necesita una noche para el recuerdo.
Futbolitis - Marcos López
Está claro que solo con elaboración al Inter es muy complicado sorprenderle, debe de haber mayor alternancia con otros estilos de juego, principalmente estilo directo.
De este modo se superan líneas y se sorprende, no es previsible como tocar y tocar y tocar, porque el Inter repliega perfectamente y achica espacios con coberturas de manera magistral.
Importantísimo el estado de forma de Ibra para la vuelta, intuyo que el Barça va a hacer lo que aqui describo. Habrá lugar para balones largos a Ibra, superación de líneas, y asociaciones de extremos y medios en 3/4 partes ... ahí ya podrán sorprender y al mismo tiempo se evitan contraataques tras pérdidas de balón en zona "caliente". Porque todos sabemos que un gol del Inter, puede acabar con toda esperanza barcelonista.
José Carlos "Pipa" Gozalbes
La faena estaba encauzada. Bajar una línea a los peloteros, dejarse querer por el Inter, atraer a su defensa y buscar la profundidad cuando Lucio y Samuel achicaran. El Barça buscaba posesiones largas pero sin profundidad. El Inter buscaba la combinación vertical y la estrategia. Milito tuvo un par de ellas en el mismo costado, hubo un fuera de juego inexistente y el empate no tardó en llegar. Un balón lateral, una basculación excesiva de Alves, y gol de pizarra del Inter ya que Mourinho buscaba la espalda de Alves con la diagonal de Pandev y llegada de Sneijder.
Ibra no aparecía, Messi no conectaba y el equipo no encontraba las vías para llegar a Julio César. Ambos equipos estaban inseguros, el Barça no tenía confianza con balón; pérdidas, malos controles y ausencia de líneas de pase. El balón del Barça sólo daba expectativas de gol a los de Mourinho. Mal plan, en el descanso había que corregir para ganar confianza en la victoria a partir del balón.
El Inter no jugó a la perfección
Los de Mourinho tampoco estaban finos, Motta fallaba pases, Eto’o no encontraba la diagonal y Milito fallaba de cara a gol. Atrás, estaban por detrás de balón pero la basculación no era correcta. A igual inseguridad ganaba el Inter ya que el Guisseppe Meazza empujaba como debería ser siempre. Las butacas vacías y los estadios solitarios hacen que el fútbol sea menos fútbol.
El Inter subió la línea de presión. Empezó valiente, el Barça no encontraba las vías de escape y tras una pérdida de Messi, con falta de Motta, llegó el segundo. Un error era un gol en contra ya que las llegadas de segunda y tercera línea a la contra son el punto fuerte del Inter. Milito, Eto’o y Maicon, todos al espacio dejado por Maxwell en su subida. La pérdida de Messi no estaba dentro del guión, el Barça iba a remolque.
Lejos de mejorar el partido, empeoró para el Barça. Era la tercera salida del Barça donde no había fútbol. El objetivo era portería a cero pero el Inter metió tres. El Barça ahogó al Inter, en el último cuarto de hora fue un feo monólogo ya que por más que tuvo el balón no había ideas ni maneras, sólo jugadas extrañas ya que hubo un par de penaltis que bien pudieron cambiar el resultado pero que no hubiesen servido para modificar la valoración del partido.
La victoria estuvo en lo psicológico, en la mentalidad; siempre en la disputa para ser gladiadores, los de Mourinho han ganado el primer asalto. Queda la vuelta, se necesita una noche para el recuerdo.
Futbolitis - Marcos López
Está claro que solo con elaboración al Inter es muy complicado sorprenderle, debe de haber mayor alternancia con otros estilos de juego, principalmente estilo directo.
De este modo se superan líneas y se sorprende, no es previsible como tocar y tocar y tocar, porque el Inter repliega perfectamente y achica espacios con coberturas de manera magistral.
Importantísimo el estado de forma de Ibra para la vuelta, intuyo que el Barça va a hacer lo que aqui describo. Habrá lugar para balones largos a Ibra, superación de líneas, y asociaciones de extremos y medios en 3/4 partes ... ahí ya podrán sorprender y al mismo tiempo se evitan contraataques tras pérdidas de balón en zona "caliente". Porque todos sabemos que un gol del Inter, puede acabar con toda esperanza barcelonista.
José Carlos "Pipa" Gozalbes
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