A partir de ahora, a Mauricio Pochettino le bastará con apretar la pantalla táctil del móvil para revolucionar las charlas al descanso de cualquier partido. Los gritos, la arenga o el discurso instructivo irán acompañados de imágenes reales a través de un ordenador, de segmentos del encuentro que se está disputando para corregir situaciones tácticas, para desentrañar por dónde se hace más daño al rival.
Preocupado por exprimir a sus jugadores, por mejorar y modernizarse, el cuerpo técnico del Espanyol innova a cada curso para tener un mayor control de lo que sucede sobre el césped durante un partido. El año pasado, instalaron una especie de GPS en las etiquetas de las camisetas, una pequeña maquinita que registraba todos los movimientos de los futbolistas, los kilómetros que recorrían por el campo, por dónde se prodigaban. Todo ello quedaba registrado en un software que más tarde estudiaban en los despachos. Ahora se ha dado un paso más.
El invento se probó hace cuatro días, cuando el Espanyol se batió en un duelo amistoso con el Palamós, de Tercera División. Un integrante del cuerpo técnico, situado al lado contrario del plano de las televisiones, grabó el partido con un gran angular, con una toma bien ancha que encuadraba todo el campo. Desde el banquillo, el técnico Mauricio Pochettino daba órdenes al equipo al tiempo que, de vez en cuando, se giraba para llamar la atención de uno de sus ayudantes, que sostenía el iPhone. El entrenador, a cada jugada que le interesaba -cómo defendían un córner, una falta lateral, una triangulación por banda...-, daba la orden para presionar la pantalla táctil del teléfono móvil, conectado con el nuevo software de la marca Sportec, y todo quedaba grabado.
Con poner la huella dactilar en el móvil (también vale usar el iPad) basta: se emite una señal automática y el ordenador grabe la jugada seleccionada, que se registra desde 5, 10, 15 o 20 segundos antes, a elección del técnico. El segmento se guarda automáticamente en el archivo designado, en el de las jugadas buenas o las malas. Y el técnico, a pie de campo, puede analizar los movimientos, los aciertos y los errores para en el entreacto, enseñar al equipo desde el ordenador lo que considere necesario remarcar, corregir o analizar. Eso hizo en Palamós Pochettino la pasada semana. El plan es instalar ordenadores portátiles que en el vestuario del Espanyol para analizar en el descanso todas las jugadas que Pochettino seleccione en su iPhone durante el juego.
La idea no es nueva. Sin ir más lejos, Louis Van Gaal, en su segunda época como entrenador del Barcelona, empleó un programa parecido. La empresa Mundoentrenador lo ha mejorado y simplificado al límite y lo empieza a comercializar en España. Pionero en esta aplicación informática, el Espanyol pronto tendrá compañía. porque ya hay varios clubes de Primera División que han mostrado mucho interés en este software. Parece que a los entrenadores les gusta: Con un clic se ahorran muchas explicaciones.
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