2010 ha sido un año intenso en cuanto a cambios en redes sociales se refiere, tanto en el ámbito personal, como profesional y deportivo. Sin duda, éstas han dejado de ser una moda pasajera y han demostrado que han llegado para quedarse. En 2010 hemos visto como numerosos clubes, periodistas, estrellas del deporte y otros agentes han utilizado estos nuevos canales para su quehacer diario de una u otra forma.
Sin embargo, al hablar de clubes e instituciones, he de decir que me siento algo decepcionado. Sin ir más lejos, el seleccionador español prohibió a los campeones del mundo todo tipo de comentarios en redes sociales durante la competición. La verdad es que me hubiera gustado poder vivir desde dentro todo el campeonato, y sobre todo las horas previas a la final y la fiesta posterior. Más aún, teniendo en cuenta que se trataba del primer gran acontecimiento en la “era interactiva”.
Queda mucho por andar, y mucho por mirarse en espejos como la NBA, pionero y referente mundial.Además, antes del comienzo de la presente temporada de fútbol, he tenido la suerte de llevar a cabo el “I Estudio sobre el uso de redes sociales por parte de los clubes de fútbol” de La Liga, y los resultados, por lógicos que sean, no han dejado de sorprenderme, negativamente en muchos casos. Al igual que en lo deportivo, la diferencia entre el Real Madrid y el FC Barcelona con respecto a los demás clubes en materia de marketing online y redes sociales, con alguna excepción, es abismal. Pero incluso aquellos que lo utilizan de manera habitual, lo hacen de forma casi unidireccional, cuando la verdadera fortaleza de las redes sociales es la conversación y la bidireccionalidad, poniendo al usuario al mismo nivel que la organización.
Por lo tanto, y en base a este análisis de 2010 he de confesar que me gustaría que todos los que hacen posible, de una u otra manera, este gran sueño que es el deporte, tomaran conciencia de la importancia y la efectividad de estos nuevos canales como herramienta de comunicación con sus seguidores, de manera directa e inmediata. Sin embargo, tengo mis dudas sobre la voluntad de concienciarse de ello en las “altas esferas”, donde creo que siguen viéndolo como algo irreal y pasajero.
En resumen, tengo la cabeza y el corazón divididos. Por un lado deseo que 2011 sea el año de consolidación de las redes sociales como herramienta de marketing, pero por otro lado no tengo toda la certeza de que así sea.
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