viernes, 26 de diciembre de 2008

El peso y la navidad


El entrenador del Real Madrid, Juande Ramos, ha dado a sus jugadores unas rigurosas instrucciones para que no vuelvan en baja forma y el técnico del Barcelona, Pep Guardiola, pese a ser líderes destacados, no ha sido menos duro.

Las navidades son, por definición, las fiestas del exceso y las buenas intenciones. Y mientras a esto último se lo suele llevar el viento, lo primero se cumple a rajatabla. ¿Quién no ha cerrado el año con algún kilo de más? ¿O se la ha ido la mano con las copitas? Todo está permitido en vacaciones, se disculpan muchos, y más en fechas tan señaladas como estas.
Los futbolistas, por supuesto, no están al margen de ello. O sí, porque estas Navidades vienen cargadas de deberes para ellos. El calendario exige demasiado esta temporada y pocos son los equipos que no han metido en las maletas de sus jugadores una lista completita de aquellos alimentos de los que no es conveniente abusar y un plan específico de entrenamiento. Descanso sí, pero con condiciones.

Las vacaciones, por lo tanto, esta vez serán bastante menos placenteras. Si no, que se lo pregunten a los jugadores del Real Madrid. La llegada de Juande Ramos al banquillo —un auténtico obseso de las dietas— ha mandado a los suyos una retahíla de restricciones: nada de alcohol, pocos dulces y comidas ligueras. Más que un plan, parece un alegato contra estas fiestas.
Pese a estar a 12 puntos, el Barcelona se acerca mucho al plan de su eterno rival. Guardiola, incluso, va más allá. Además de dietas específicas para cada jugador, el técnico ha previsto un plan de entrenamiento personalizado en función del futbolista y del lugar donde vaya a pasar sus vacaciones. No es lo mismo aquel que celebre la Navidad en Brasil, que quien lo haga en Islandia. Y los precedentes hablan por sí solos.

Pero no son los grandes de nuestro fútbol los únicos que cuidarán la línea. El Valladolid, por citar a uno de los más curiosos, también será estricto con sus futbolistas. Mendilibar se ha mostrado condescendiente con los pequeños excesos, pero con una limitación difícil de mantener: el día 29 ningún miembro de la plantilla podrá estar un kilo por encima de su peso ideal.
Mendilibar no estará solo. Emery y los médicos del club han diseñado unas vacaciones similares a las de los pucelanos. Ejercicios de fuerza, carrera continua y un informe para cada jugador donde se le indica el margen de peso que pueden sobrepasar. Hay quien no podrá superar los 200 gramos.

No falta escribano

Como en toda dieta que se precie, el doctor Antonio Escribano —el endocrinólogo más ilustre de nuestro fútbol— no podía faltar. Así, Athletic y Sevilla se marchan con los consejos del galeno bajo el brazo. Por citar el más curioso: está terminantemente prohibido comer tomates sin pelar. Por supuesto, las bebidas alcohólicas y gaseosas tampoco podrán ser ingeridas por los deportistas.

En el Málaga, la planificación del trabajo durante las vacaciones ha corrido a cargo de Enrique Ruiz, el preparador físico del equipo de La Rosaleda. Para combinar descanso y actividad, los jugadores del Málaga han recibido un plan individual de trabajo en el que hay cuatro días de entrenamiento y tres en los que se pueden olvidar por completo de zapatillas y chándal.
Exagerado o no, lo cierto es que la alimentación es uno de los pilares fundamentales en los que se asienta la preparación de un equipo, de ahí que cada día sea mayor la exhaustiva atención que todos le prestan.

Las vacaciones navideñas no tienen el peligro de las de verano, pero no son raros los casos en que los futbolistas llegan algo pasados de turrones y luego sufren una o dos semanas sudando la gota gorda para recuperar el tono físico. Por ello, el control se hace tan necesario como el descanso para afrontar la parte decisiva de la temporada.

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