LA TERCERA, EN QUIEBRA

Mazarrón, Santomera, Beniel y Calasparra arrastran importantes deudas y su continuidad en la categoría está aún en el aire

Jugar en un equipo de Tercera en los tiempos que corren no es precisamente un 'chollo'. Si el fútbol profesional está en crisis, lo del grupo XIII es una auténtica quiebra técnica. Para empezar, hay un grupo de equipos que aún no saben si podrán competir la temporada que viene. El caso más llamativo es el del Mazarrón. El equipo costero estaba hace dos temporadas en Segunda B con un presupuesto muy superior al millón de euros. Tras bajar de nuevo a Tercera, comenzaron los problemas hasta el día de hoy en los que el club costero está a un paso de desaparecer.

El Grupo San Antonio, patrocinador que llevó al equipo a la categoría de bronce, ha salido oficiosamente de Mazarrón, harto del Ayuntamiento y dejando al club un lastre cercano a los 80.000 euros. Esa rémora hace que haya pocos empresarios capaces de asumir una deuda que engloba nóminas del equipo que este año ha luchado en el grupo XIII de Tercera División y algunos pagos de la temporada que el equipo militó en Segunda B.

Otros equipos con problemas son el Calasparra, el Beniel o un Santomera que ya tuvo grandes dificultades para acabar el anterior curso futbolístico. El próximo 1 de julio los equipos deben inscribirse en la Federación.

El caso es que los clubes morosos de Segunda B y Tercera han explotado un rumor para que la AFE admita por vez primera el atraso de los pagos y evitar un descenso masivo. Pero la AFE ha sido contundente: «Quien no paga, baja». Su posición es clara. Ha luchado durante tres décadas para que los jugadores cobren sus contratos y ahora no puede romper su filosofía. La situación es crítica.

Por ello, si Mazarrón, Calasparra, Beniel o Santomera no pagan, llegará el turno de los equipos que se han quedado a las puertas de ascender de Preferente a Tercera.
Por orden de clasificación, el Cuarto Distrito, el Abarán o la Deportiva Minera tienen prioridad. Antes, si sube el Caravaca a Segunda B, el Cuarto Distrito ascendería de forma automática. Además, habrá que estar atentos a otros clubes de Tercera que están casi saneados pero que no tiene capacidad para generar un presupuesto de cara al próximo ejercicio liguero.

Otro modelo

Equipos como el Plus Ultra o el Bala Azul han apostado por modelos de formación de jugadores y no por pagar retribuciones mensuales altas que hipotequen el club. El año próximo habrá algunos equipos que copiarán la política introducida hace unos años en esta categoría por el conjunto del barrio cartagenero de San Ginés, que compitió de manera digna en Tercera con jugadores de la casa que no cobraban.

Aún con todo esto, habrá apuestas importantes para aspirar al ascenso a Segunda B, como serán las del Caravaca, si no sube, Jumilla o Yeclano. Además, seguro que habrá algún 'tapado', como ha sido este año el CD La Unión.