martes, 3 de agosto de 2010

Entrenamiento analítico y globalizado

¿Qué sentido tiene alejar el entrenamiento de la propia realidad del juego? ¿Qué sentido tiene trabajar en un contexto de juego diferente al de la competición?

Respondiendo a preguntas como estas podemos darnos cuenta de que lo que estamos haciendo en cada entreno quizá no es tan bueno como pensábamos...

Estaremos todos de acuerdo en que la mejor forma de entrenar una situación de juego es entrenarla acercándonos a lo que en realidad ocurre dentro de la competición, no? Para que el entrenamiento se transfiera a la competición, debe procurarse que éste se parezca lo más posible a la misma. Pues eso es utilizar una metodología global, a muy groso modo.

Y de ahí nace el eterno debate, ¿es mejor entrenar el fútbol separado en distintas partes o es mejor entrenarlo de manera global e integrada?

O de forma más clara aún, ¿es mejor entrenar la técnica del pase golpeando contra una pared o es mejor entrenarlo en un rondo o ejercicio de superioridad ofensiva?
METODOLOGIA GLOBAL grafico
Creo que la respuesta es clara, es evidente, no? Entonces, me pregunto yo, por qué hay aún entrenadores que siguen utilizando una metodología casi completamente analítica, con ejercicios sencillos, sin capacidad de decisión, repetitivos, monótonos...donde el jugador se limita a ejecutar? No tiene sentido...
salto frontal vallas
Un ejercicio o juego debe estar siempre orientado a la realidad de ese deporte, al partido más concretamente. Se debe basar en situaciones que se dan en un partido (conservaciones, transiciones, entradas por banda...), donde los factores de tiempo, espacio, compañeros, adversarios y demás sean similares o muy parecidos a los de la competición.

Esta metodología es hoy en día puntera en el fútbol de élite, y poco a poco se va introduciendo en los niveles más bajos de este deporte. José Mourinho es uno de sus principales impulsores, ya en el Oporto demostró que entrenar como se iba a querer jugar daba mejores resultados, todo debía estar encaminado a un modelo de juego concreto, cualquier ejercicio, cualquier situación de juego, debía tener una estructura táctica similar a la que pensamos utilizar en la competición, debía de estar, en definitiva, basada en nuestro sistema de juego, en nuestro estilo, en cómo queremos jugar. Paco Seirul·lo, director del área de preparación física del Fútbol Club Barcelona es también un estudioso de esta metodología, uno de sus creadores.

No entraré a profundizar más en el tema, ya hay autores de renombre que han publicado numerosos artículos y libros sobre ello. Podéis consultar "Qué es la periodización táctica?" de MCsports, que es un libro bastante técnico y complicado, o podéis consultar el libro de Mourinho "Por qué tantas victorias?", que es algo más sencillo de comprender.
mourinho
seirulo y cos
En cuánto a la mejora de la condición física, primero de todo, no podemos entender la preparación física como algo separado de la preparación táctica y técnica, sino que se debería trabajar el acondicionamiento del futbolista de manera también global, utilizando también situaciones simuladoras de la competición, donde intervengan no solo el esfuerzo físico del futbolista sino también el apartado táctico y técnico.
¿Por qué no se puede separar? -preguntarán algunos...

Pues muy sencillo, un futbolista no es un atleta, un futbolista necesita unas condiciones físicas para practicar el fútbol, no para ser más rápido, ni más fuerte, ni más resistente, sino para serlo dentro de un sistema de juego, en una situación real de competición, donde no solo deberá estar en condiciones óptimas para aguantar los 90 minutos, sino que deberá hacerlo coordinando correctamente con el balón en los pies, pensando y tomando decisiones constanemente, y formando parte de un sistema táctico conjunto de todo el equipo. El jugador tiene que poder decidir, pensar y ejecutar perfectamente cuando está cansado, y qué mejor forma de entrenar esa situación que mejorando la condición física tomando decisiones, ejecutando y pensando al mismo tiempo?

Por dejarlo más claro, y entrando un poco en el apartado físico, al cual iré entrando más profundamente en posteriores artículos, veámos el siguiente ejemplo.

Un ejercicio que nos parezca muy motivador, útil técnica o tácticamente pero que no tenga que ver con la competición o no respete nuestra idea de juego no nos serviría. Por ejemplo, hacer progresiones de 100m puede ser un buen ejercicio para mejorar la resistencia a la velocidad máxima, repetirlo numerosas veces seguramente mejoraría nuestra velocidad máxima a largo plazo, pero a nosotros en el fútbol no nos sirve, ¿Por qué? Un jugador de fútbol nunca correrá 100 metros a máxima velocidad durante un partido, probablemente nisiquiera consiga llegar a su velocidad máxima ni una sola vez durante un partido, con suerte lo conseguirá durante 2 o 3 segundos en un balón al córner....
metodologia global
Imaginemos a un lateral, con 80 metros de banda para doblar al centro campista de banda. En ese sprint, seguramente habrá una pared, o tendrá que esquivar a algún rival, o tendrá que realizar un pase sencillo hasta que por fin recibe el balón, balón que deberá controlar orientándolo hacia la dirección de carrera, para luego conducirlo a máxima velocidad (no a su velocidad máxima sino a la velocidad máxima que le permite alcanzar esa distancia X en ese tiempo X con el balón controlado), recorrido durante el cual , probablemente, deberá driblar a algún adversario para conseguir llegar a fondo y realizar un centro lo suficientemente correcto como para permitir que alguno de sus compañeros lo alcance y lo pueda rematar.

Si el control tras doblar al centrocampista es malo la jugada no progresa, si la conducción es mala la jugada no progresa, si el regate no sale la jugada no progresa y, lo más importante, ya que has conseguido llegar hasta ahí, recorrer 60 metros y deshacerte de un rival...si el centro es malo...la jugada tampoco saldrá, el equipo no finalizará la jugada, el gol se nos resistirá y perderemos el partido (exagero para que se entienda...), con lo que lo primero que oiremos qué será? que físicamente este equipo no aguanta...que no está bien preparado...cuando en realidad, el problema de que esa jugada no culmine no es que el jugador no tenga la condición física para correr los 60 metros a máxima velocidad, que con el entreno de los 100m habría conseguido, sino que no hemos entrenado correctamente, no hemos tenido en cuenta que durante esa carrera hay más cosas que la condición física, y que si las separamos, muy posiblemente, el día que las queramos poner en práctica no se coordinarán porque sí.

En definitiva, una propuesta más para reflexionar.

1 comentario:

Rubén Blanco dijo...

Probablemente esa manera de entrenar integrada, la que proponen Mourinho o Seirulo es la más indicada y con la que mayor rendimiento se puede extraer a una plantilla pero, ¿es la más fácil y cómoda para un entrenador? Ahí es donde seguramente esté el quid de la cuestión. ¿La mayoría de entrenadores son los suficientemente inteligentes para lograr encontrar los ejercicios adecuados?

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