Ideas y creencias

Tras entrenar durante dos temporadas en categoría alevín, el año que viene volveré a entrenar un combinado de fútbol 11 (infantil). Después de experiencias en categoría alevín,  cadete y juvenil, intentaré aprender de esta nueva etapa, la cual ya he dirigido ocasionalmente en la SCF Noroeste y Río Mula. Comienzan mis inquietudes y es por eso que he querido rescatar este post (con otro título, "Mis ideas y yo" de fecha MARTES 2 DE DICIEMBRE DE 2008. 

En este artículo intento plasmar algunas de mis ideas o creencias futbolísticas, más allá de la aprobación o el rechazo, mi intención es la de compartirlas con los lectores del blog. 

Mi propia experiencia personal, las pinceladas de algunos entrenadores que he tenido a lo largo de estos años (Jorge Bera, Horacio Moyano, Paco Pliego, Pedro Andreu, J.A Calvo, Pepe Soler ...) y la lectura de los grandes, Mennotti, Benitez, Mourinho y Bielsa, han modelado en gran parte el contenido de las siguiente líneas. Creo que he absorbido lo que para mi gusto era lo más interesante de cada uno, de eso se trata, o al menos en eso creo.

En primer lugar y tomando como ejemplo en este caso al gran José Mourinho creo que lo más importante para un equipo es tomar consciencia de que modelo de juego utiliza. Ese va a ser su sello de identidad. Un determinado modelo, determinados principios, conocerlos bien, interpretarlos bien, independientemente de que se utilice este o aquel jugador. En el fondo es aquello que llamamos organización de juego. Para ello debemos de sistematizar nuestros entrenamientos por medio de automatismos y mecanismos propios de dicho modelo de juego. A base de repetición conseguiremos los objetivos que nos propongamos.

Más importante que tener uno o dos grandes jugadores es jugar como un equipo. Para mí esto está muy claro: el mejor equipo no es el que tiene los mejores jugadores, sino aquel que juega como equipo. Actualmente en el conjunto al que entreno se ha producido la subida de cuatro futbolistas al primer equipo. Posiblemente los cuatro jugadores de más talento. Eso merma al conjunto, pero si no lo trabajamos. No es excusa si disponemos de plantilla suficiente. El grupo está por encima de cualquier baja. Este efecto es el que tenemos que conseguir en nuestro equipo. Que sean conscientes de ello y que esten convencidos.

Jugar como equipo es tener organización, tener determinadas regularidades que hacen que en los distintos momentos del juego, todos los jugadores piensen en función de la misma cosa al mismo tiempo. Pero sólo es posible con tiempo, con trabajo y con tranquilidad. Porque una cosa es que los jugadores perciban e intenten hacer lo que yo quiero y otra es coseguir hacerlo como equipo. Eso lleva tiempo.

Algo que para mi está muy claro, es que para asumir el control del juego, es necesario tener el balón. Asumir el juego es tener el balón y disfrutar de él. Mi idea táctica principal pasa por tener nosotros la noción bien clara de que la cosa más importante en el fútbol moderno es tener la pelota. Eso es algo que repito constantemente a mis jugadores.

Quiero una alta circulación del balón y para que eso sea posible, tiene que haber un buen juego posicional. es decir, todos los jugadores tienen que saber que en determinada posición está un compañero, que desde el punto de vista geométrico, hay algo construido en el terreno de juego que les permite anticipar la acción.

Campo grande al atacar, líneas juntas al defender; una reacción fuerte ante la pérdida de balón; una estuctura fija posicionalmente y una estructura móvil, o sea, hay jugadores que tienen posiciones fijas en el campo y hay otros que, por su dinámica, tienen movilidad, aunque haya que tener siempre un equilibrio posicional.

La transición defensiva y ofensiva son claves en mi modo de entender el fútbol. Una característica que entreno mucho es la transición ofensiva, del 1-4-1-4-1 a un 1-4-3-3.
Trás la pérdida de balón me gusta aplicar un pressing avanzado zonal en aquella parcela del campo en donde se ha producido dicha pérdida.

Se puede defender bien en cualquier lugar. Ahora, yo prefiero defender lejos de mi porteria, porque, cuando recupero el balón, estoy más cerca de la portería adversaria, que es mi objetivo en el juego.

Me gusta sorprender al contraataque, me encanta la manera en que lo hace el Arsenal, mis chavales saben de mi pasión por los gunners. Creo que es la acción que más entreno, y que puede darle nombre a mi filosofía, aunque si me preguntan ¿a que juega tu equipo?. No diré que al contraataque. No creo en eso. Creo que es un recurso que utilizamos cuando recuperamos la pelota. Pero no en todas las ocasiones. Hay momentos en que elaboramos y buscamos la pausa y la tranquilidad. En eso creo, en el conocimiento del ritmo de un partido. En saber discernir cuando y de que manera puedo matar a mi rival, utilizando mis recursos ofensivos en un contexto adecuado.

Mis equipos no tienen central marcador, ni hombre libre, como intentan inculcarnos en el fútbol base, defienden en zona con una línea de cuatro basculando según la posición del balón.

Otra idea trata sobre el mito del trabajo físico. No creo en el trabajo físico si no existe el balón de por medio. No creo en entrenamientos tiránicos que consisten en dar vueltas y vueltas sin sentido, sin diferenciar las necesidades de cada jugador. Creo en el trabajo físico contextualizado. Quiero decir, que la fuerza, la resistencia, la velocidad ... fuera de su contexto no sirven para nada, por ejemplo, ¿para que quiero que mis interiores realicen esfuerzos irreales de resistencia anaeróbica?. ¿Es que van a estar dando vueltas y vueltas sin sentido durante el partido?. ¿No será mejor realizar carrera continua con balón durante 7 minutos e ir a donde nos interesa que es trabajar el como queremos jugar y comenzar un trabajo específico con esfuerzos que el interior tendrá que hacer durante el partido (trabajo de pliometria con balón y acción combinada en su parcela del campo)?. ¿Es que así no estamos trabajando la resistencia?.

Hasta aquí algunas de mis ideas, espero que puedan ayudar a alguien.