Astronautas y delanteros

Según los científicos, los cerebros de los zurdos y los diestros se organizan de forma diferente, de forma que ambos grupos utilizan las áreas opuestas del cerebro para funciones como el lenguaje y la percepción espacial.

El profesor de psicología Michael C. Corballis, afirmaba en el programa de televisión que dirige Eduard Punset “Los hijos tienden a imitar a sus padres respecto a la mano con la que escriben, pero todavía no descartamos que se trate de un factor genético”.

Esta frase despertó mi curiosidad y por eso le pregunté a mi padre, si el tuvo algo que ver con el hecho de que yo fuera zurdo. Su respuesta: “Recuerdo que apenas sabías andar, cuando tu madre y yo te vimos jugando por el pasillo con una pelota. Le pegabas con la izquierda, todas con la zurda. Te la pasaban a la derecha y tu rearmabas el cuerpo ràpidamente”. Así que yo le diría al señor Corballis, que efectivamente se trata de un factor genético. Mi cerebro no me preguntó, ya estaba programado.

Dos de cada diez futbolistas son zurdos. Presentan problemas en la lateralidad, pero por otro lado son más creativos. En su mayoría tienden a ser jugadores técnicos, con marcadas diferencias en el trato con el balón. Son más plásticos y estéticos, pero con más carencias que un derecho. Si piensan distinto, diríamos que también juegan distinto. Les gusta pisarla, llevarla pegadita, sacarla jugando … De niños no se ven defendiendo, no les gusta.

Mi experiencia con niños entre ocho y dieciocho años, me dice que en la etapa inicial (7-8-9), todos quieren ser bomberos o astronáutas y delanteros o centrocampistas “¡Yo como Iniesta!”. Pues los zurdos son más radicales en este sentido. Pregúntarle a un niño de esa edad de que le gusta jugar. Os doy mil euros por lateral izquierdo que encontréis.

Generalizando, los laterales izquierdos que hoy son ya hombres, empezaron jugando en otras demarcaciones. El entrenador de bases es el que va adaptando a los jugadores a las necesidades del equipo y si dispone de cuatro zurdos, al menos a uno de ellos le tocará jugar atrás. A partir de ahí, y tras superar la resignación, llegan los que se enamoran de está posición. Los que aman defender, iniciar el juego con criterio, sumarse al ataque, asociarse y divertise en la banda, aunque en su día, prefirieran hacerlo en tres cuartas partes del campo. De estos hay muy pocos.

Si hacemos un ejercicio mental, sobre que laterales izquierdos realmente buenos, han llegado a cracks, serán escasos los nombres que nos vendrán a la cabeza. A mi solamente me vienen Maldini y Roberto Carlos en treinta años. En cualquier otra demarcación diría más de diez o de veinte. Mi tio de ochenta y dos años, me dijo los mismos, más un tal Tarantini y Nilton Santos, argentino y brasileño respectivamente. Cuatro desde que el fútbol tiene memoria.

La culpa de que haya actualizado este post, la tiene @jmartinez7RM y su tweet: “Sergio Escudero del Schalke, José Enrique del Newcastle y M. Alonso del Boltón. Capdevila ya tiene sustituto? Por qué no están en España?”

No sé porque están fuera, pero creo que es el momento de que los tres vuelvan a la Liga Española. Que nos regalen su experiencia en otras ligas europeas,  unos con más y otros con menos. Que la compartan con el resto de laterales izquierdos. Que ayuden a crecer a Monreal y Domínguez entre otros. Hay que aprovechar que disponemos de cinco candidatos, que superan con creces el nivel de los últimos diez años. Porque lo que está claro es que la gasofa de Capdevilla no llega para la próxima Eurocopa y los niños no van a dejar de querer ser astronáutas y delanteros.