domingo, 21 de septiembre de 2008

O principe


Ojos saltones, flacura llamativa, gran timidez y una derecha prodigiosa son características que hicieron del ‘Príncipe’ un ser tan particular. Gracias a una humildad inimaginable era respetado por todas las hinchadas. Nada de farándula, copas o noches largas. Tal fue la imagen que brindó, que UNICEF lo nombró como su embajador y supo ser idolatrado por Maradona y Zidane. En definitiva, un ‘10’ en todos los campos del fútbol y de la vida.

‘’Cómo el llanto de un rey cuando muere su hijo... porque aquella tarde no estaba lloviendo... era el llanto de los hinchas porque el Príncipe se iba, y el pueblo sabía que no había descendiente’’ -con estas palabras se despidió el cantautor Ignacio Copani de Enzo Francescoli, en su partido de homenaje entre River y Peñarol, sus dos clubs del alma. Pero empecemos por el principio. Corría la década de los ‘70 cuando un flaco y desgarbado joven montevideano deslumbraba en las canchitas del Club Cádiz Real y en el liceo Maturana. ‘El Enzo’ como era conocido fue rechazado por el club de sus amores, Peñarol. Pese a esto nunca se desalentó y a los 14 fue fichado por Montevideo Wanderers, con quien debutaría en Primera División en marzo de 1980. 

El 21-12-97, River empató a 1 ante Argentinos Jr. Ese encuentro le valió el título del Apertura a River y fue el último partido del ‘Príncipe’. “Todo era mucho mas difícil y pesado. Prolongar mi permanencia hubiese significado una carga y en casi 19 años de trayectoria jamás había tenido esa sensación" -afirmó Francescoli. Su balance en el fútbol argentino lo coloca como el máximo goleador extranjero de la historia del club y el tercer máximo goleador extranjero de Argentina. Un auténtico fenómeno. Sin duda, ‘El Príncipe’ acabó coronándose rey en Mar del Plata .


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