domingo, 26 de octubre de 2008

1974 el inicio del fútbol moderno


La revelación, Holanda, anteponiendo un fútbol total , de marca y ataque rotativo, basado en la movilidad y habilidad de sus jugadores que dio pie que el equipo se le conociera como la Naranja Mecánica. La otra aparición interesante fue Polonia, que con un juego inferior al holandés pero no menos contundente recibió la aprobación de propios y extraños. Por supuesto, ahí estuvo la favorita, Alemania Occidental, estructurada, veloz y poco vistosa que ganaba con lo justo pero no regalaba nada.Y el cambio futbolístico entre un continente y otro se notó enseguida. Argentina, Uruguay y Chile, con equipos basados más en la improvisación que en el planteamiento y el trabajo extenso, con un traslado de balón lento, mostraron buenas individualidades pero un opaco juego de equipo.En consecuencia pasaron sin pena ni gloria por el Mundial. Por su parte, Brasil, mejor conformado que los otros seleccionados sudamericanos, estuvo lejos del Brasil de cuatro años antes. Coincidentemente, Holanda le ganó sin excusas a tres de estos cuatro conjuntos iberoamericanos: venció 4-0 a Argentina, 2-0 a Uruguay y 2-0 a Brasil.

La otra nota discordante la ofreció Italia, que había ganado la clasificación mundialista de manera invicta calificándosela por ello de favorita a la final. Los azzurri, con mucha vergüenza de por medio y con jugadores como Dino Zoff, Burgnich, Fachetti, Mazzola, Capelo, Rivera, Benetti y Chinaglia se fueron en la primera ronda reprobados por su público, después de haber ganado 3-1 a Haití, empatado 1-1 con Argentina y perdido 3-2 frente a Polonia, la Polonia de Thomaszewski en el arco, Gordon, Zmuda y Musial en la defensa, Deyna, Kasperczak en el medio campo y Lato, Domaski y Gardocha en el ataque.Holanda el fútbol, Alemania el campeón Y luego de goles y cálculos la atención futbolística se centró en un partido.


El 7 de Julio de 1974, en Munich, bajo el arbitraje del inglés Taylor, Alemania Occidental se enfrentó en la final a Holanda, entonces conformada por Jongbloed, Suurier, Vanderkieb, Haan, Krol, Jansen, Neeskens, Rep, Resenbrick, y por supuesto, mención especial merece quién tal vez sea uno de los mejores jugadores de todas las épocas, Johan Cruyff. Al minuto de comenzado el partido Holanda se puso en ventaja por medio de un penal ejecutado por Neeskens.La Naranja Mecánica contra la estructura germana. Para los amantes del fútbol creativo era el premio ideal. Pero aquella Alemania tenía en sus filas al portero Sepp Maier, un baluarte debajo de los tres palos, a Bert Vogst, al káiser Franz Beckenbauer (su sola mención es sinónimo de excelencia), a Paul Breitner, el talentoso Overath, Hoeness, Grabowski y el goleador Gert Muller.


Alemania dio vuelta el resultado con goles de Breiner (penal) y Muller y le selló todos los caminos a Johan Cruyff y la inbatible selección Holandesa.Los nuevos campeones no fueron invictos porque en la primera ronda habían caído 1-0 frente a Alemania Oriental, pero aún así el título fue merecido, después de todo llegaron a la final y ganaron el partido decisivo.Para Holanda quedó la frustración de haber estado muy cerca. Europa se mostró optimista por el renacer de su fútbol. Las selecciones del Viejo Continente se ganaron en 1974 todos los elogios además de originar un cambio notable en el estilo del fútbol de entonces. Ya nada sería como antes.

Aquellos que pretendieran jugar bien al balompié debían tener una gran resistencia física. Sin embargo, para sorpresa de los propios europeos, la lección estaba siendo aprendida por un técnico argentino que la pondría en práctica cuatro años más tarde.

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