Hace unos días tuve el privilegio de visitar junto con mis compañeros de equipo las instalaciones de APCOM. El gerente y encargado del centro, José María, fue la persona que nos recibió e hizo de guía, al mismo tiempo que nos informaba de todas las actividades que se realizan en los talleres y de la composición de los mismos. He de reconocer que como la mayoría de mis compañeros ,e incluso el mister, estaba algo nervioso. Principalmente creo que por la reacción de quienes visitábamos y lo más desconcertante, que es lo que esperaban de nosotros.
Llevaban varios días preparando el momento, y realmente quienes estaban nerviosos y expectantes eran ellos. Sus caras lo decían todo. Rostros llenos de ilusión, como si en lugar de visitarles el Caravaca 2010 CF lo hiciera el Manchester United. Se iban acercando poco a poco, tímidos, ofreciéndonos la bienvenida a su "casa". En un instante sin apenas darme cuenta, un chico de unos 20 años, se me acerco y me dio un abrazo que jamás olvidaré. Fue un abrazo sincero, espontáneo, de esos que echas de menos de un amigo y que se demora con el tiempo.
Ver que puedes ilusionar a esos chicos y chicas con tan solo tu presencia es algo que te llena. Verlos trabajar en sus tareas y el resultado tan excelente que obtenían, como estaban de concentrados, coordinados, en ningún momento parecía que se tratase de disminuidos o discapacitados. Como último detalle, nos hicieron a cada uno de los jugadores un regalo, hecho a mano por ellos mismos, y el gran "Javinho" nos brindó unos toques de calidad con el balón que todos les obsequiamos.
Todos sabemos que son fechas en las que los deportistas visitan hospitales, clínicas, centros, para llenar de alegría a niños y mayores que realmente están perdiéndola. El fútbol y el deporte en general puede ser un vehículo perfecto para ayudar aunque sea poniendo una sonrisa a aquellos que más lo necesitan. Sé que no somos el Manchester, y que de momento tan solo somos un buen equipo de Tercera División, pero para aquellos muchachos y muchachas éramos algo más. Éramos personas que íbamos a dedicar parte de nuestro tiempo a compartirlo con ellos con todo el placer del mundo y con eso les bastaba. Por eso cuando pienso en lo bonito que debe de ser poder jugar a nivel profesional, aparte de por lo que estáis pensando tod@s, dinero y demás lujos, por poder ayudar a tanta gente con la mera presencia; enfermos, pobres, discapacitados ... me muerdo el dedo cuando escucho por la tele que Beckham se ha gastado 20 kilos en unos pendientes de diamantes y no en una clínica, de cemento.
Para todas las grandes personas que conforman la familia de APCOM
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