Si buscasemos alguna similitud que tuviese relación con el actual estilo de juego del Inter de Milán creo que nos seria necesario remontarnos a comienzo de los años sesenta. Existen dos nombres imborrables en la historia de este gran equipo italiano con apellidos ilustres, Moratti y Herrera.
El primero porque como presidente llevo en la época de los 60 a los logros más importantes como club, algo que ahora también intenta su hijo Massimo también como presidente y el segundo porque tiene una dirección muy directa en el estilo o tipo de juego que ha desarrollado la “squadra” interista en todos estos años.
Para encontrar una relación directa con la forma de jugar del Inter, podríamos llegar a varias conclusiones. Pero la más relevante nos lleva a pensar que sea quien sea el técnico que dirija al club italiano el estilo escogido siempre es el mismo.
Han pasado grandes técnico después de Helenio Herrera por la dirección del equipo, Trapattoni, Lippi, Cuper o el gran Luis Suarez. Pero o el club escoge entrenadores cortados por el mismo patrón o la herencia del juego ideado por el “Mago” Herrera prevalece dentro de las paredes de San Siro.
También sorprende que técnicos exquisitos como jugadores en el trato del balón como Suarez o el actual técnico Roberto Mancini sigan fieles a una forma de juego en nada comparable con la que ellos gustaban de practicar como jugadores.
Herrera no fue el inventor del “catenaccio”, el solo se limito a adaptar al fútbol italiano el "cerrojo" (o verrou) inventado por el técnico suizo Karl Rappan algunos años atrás. Pero viendo al Inter actual, parece que los años no pasan, es un club que en su estructura táctica no cambia su tarea primordial es defender su portería para luego combatir a su rival con su arma preferida “el contraataque”.
Existen por tanto, equipos con un juego definido a lo largo de los años, en todos los países podríamos mencionar alguno. El Inter pretendía después de haber recuperado el trono italiano de la mano de Roberto Mancini, volver a reinar en Europa. Después de ver este articulo comprobareis que se trataba de un equipo que podía gustar o no, pero es innegable que realmente sabía a qué jugaba, al menos en cuanto a su funcionamiento defensivo.
El primero porque como presidente llevo en la época de los 60 a los logros más importantes como club, algo que ahora también intenta su hijo Massimo también como presidente y el segundo porque tiene una dirección muy directa en el estilo o tipo de juego que ha desarrollado la “squadra” interista en todos estos años.
Para encontrar una relación directa con la forma de jugar del Inter, podríamos llegar a varias conclusiones. Pero la más relevante nos lleva a pensar que sea quien sea el técnico que dirija al club italiano el estilo escogido siempre es el mismo.
Han pasado grandes técnico después de Helenio Herrera por la dirección del equipo, Trapattoni, Lippi, Cuper o el gran Luis Suarez. Pero o el club escoge entrenadores cortados por el mismo patrón o la herencia del juego ideado por el “Mago” Herrera prevalece dentro de las paredes de San Siro.
También sorprende que técnicos exquisitos como jugadores en el trato del balón como Suarez o el actual técnico Roberto Mancini sigan fieles a una forma de juego en nada comparable con la que ellos gustaban de practicar como jugadores.
Herrera no fue el inventor del “catenaccio”, el solo se limito a adaptar al fútbol italiano el "cerrojo" (o verrou) inventado por el técnico suizo Karl Rappan algunos años atrás. Pero viendo al Inter actual, parece que los años no pasan, es un club que en su estructura táctica no cambia su tarea primordial es defender su portería para luego combatir a su rival con su arma preferida “el contraataque”.
Existen por tanto, equipos con un juego definido a lo largo de los años, en todos los países podríamos mencionar alguno. El Inter pretendía después de haber recuperado el trono italiano de la mano de Roberto Mancini, volver a reinar en Europa. Después de ver este articulo comprobareis que se trataba de un equipo que podía gustar o no, pero es innegable que realmente sabía a qué jugaba, al menos en cuanto a su funcionamiento defensivo.
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