Hace dos años, realicé en la Ciudad del Fútbol de las Rozas, el IV Curso de Formación de Directores Deportivos que imparte la RFEF. Mista fué la persona que me animó y el amigo que me refugió en su casa madrileña, tras los largos y pesados viajes los domingos por la noche. Todo tras jugar mi correspondiente partido de fútbol en Tercera, todo un sacrificio, os lo aseguro. Pero esas partidas al "Pro" merecieron la pena.
El primer día fué impactante, ver aquello, "La Ciudad del Fútbol"!!!. Edificios modernistas, adornados en su interior con los rostros de los ahora campeones de Europa y otras leyendas del balompié nacional.
Mi primera reacción de sorpresa llegó al ver pasar por delante mia a Fernando Hierro. Nos dió los buenos días a los allí presentes, como un campechano, tranquilo, con paso firme y ligero, se nos cayeron las legañas. Imagino que iría a su despacho, a disfrutar de posiblemente el trabajo más deseado por los españoles amantes al fútbol, al menos si para mí.
En primer lugar comenzó la mañana Don Benito Floro. Que gusto dá escuchar a una persona que sabe de fútbol de verdad, que lecciones, que consejos. En segundo lugar, otra eminencia, Ginés Meléndez con el módulo Fútbol Base, un crack, un verdadero conocedor del fútbol adolescente, un abuelo con botas de fútbol. Le siguió César Mendiondo, scouting de la RFEF, y asesor de Fernando Hierro. Sus Informes Técnicos, que de tanto he aprendido y que de tanto tengo que aprender, esconden una esencia casi científica. El rigor en el análisis, el estudio concienzudo, no puede escaparse nada del rival, hay que destriparlo de arriba a abajo. Su lección, de verdad, merece un artículo aparte, y prometo hacerlo.
Y señores, llegó el momento del Master, la aparición de José Alberto Callejo, responsable del área de marketing del Poli Ejido. Hasta entonces mi nivel en marketing, era poco menos que vergonzoso. Tenía escasas nociones, supongo que como la gran mayoría, pero reconozco que no me resultaba para nada atractivo. Mi curiosidad en el fútbol tenía que ver con la pelota, la pizarra y la dirección, no con el marketing.
Este módulo brillante, despertó mis ganas de saborear un nuevo mundo. Conforme avanzaba la clase visualizaba el club de mis amores, el Caravaca CF. Al ver el resultado de la campaña del Poli, tan brutal, tan refrescante, tan novedosa, no dudé en jugar a imaginar que podría ocurrir lo mismo en el equipo de mi ciudad.
Y es que, si hacemos un simil femenino, creo que dirigir la sección de marketing de un club, es parecido a maquillar a una muchacha fea y descuidada. Mejorar su imagen a través de estudiados retoques. Hacer que se sienta atractiva y que lo piensen los demás. Que todos quieran casarse con ella, principalmente aquellos hombres a quienes vuelven locas las mujeres, en este caso, los balones y una buena portería donde meterla.

Hoy en día, continuo aprendiendo, observando, leyendo. El marketing lo maneja todo, es el demonio junto al hombro izquierdo. Nos persuade, nos engaña, hasta nos miente, pero caemos en su poder una y otra vez. Hace una semana conocí, lo que puede llamarse una nueva ciencia, el Neuromarketing. Invito a los más curiosos, sean más o menos futboleros a que investiguen acerca de este nuevo campo. Es realmente interesante, y es para vosotros este reportaje.
"Invertir en marketing es invertir en el crecimiento y bienestar, de la masa social de una entidad deportiva. Junto a los resultados, el verdadero motor de este negocio, llamado fútbol".
Pipa Gozalbes
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