domingo, 6 de septiembre de 2009

Prepararse contra los altibajos

Temporada 2008-09 excepcional. Tres de tres. Copa, Liga y Champions. ¿Y ahora qué? De entrada, a disfrutar de todo lo vivido y conseguido. A descansar los futbolistas y a trabajar los técnicos. El calificado por muchos y por variadas razones mejor equipo del mundo también necesita retoques. Habrá entradas y habrá salidas. De eso ya se encargarán los responsables del área técnica. Su objetivo prioritario, según como yo lo veo, no es el repetir sí o sí lo conseguido este año. Estará en mente y será un reto, sin duda. Es más, constantemente habrá comparaciones entre lo que hacíamos y lo que hacemos. Lo que teníamos y lo que tenemos. Para mí, el objetivo prioritario de cara a la próxima campaña es otro: minimizar los altibajos.

Se aprende más de los fallos que de los aciertos. Y los fallos los ves echando la vista atrás, mirando lo que le ha ocurrido a este club históricamente. El cambio para bien que vivió en los últimos 5-6 años fue espectacular. Un primer año de asentamiento con la entrada de Laporta y Rijkaard, dos años de éxitos y, tras la Champions de París, un bajón enorme en los dos siguientes. Altibajos. O como cuando yo llegué en el 1974. Ganamos la Liga de calle con un equipazo, y en los cuatro años siguientes solo firmamos una Copa. Altibajos.

De los fallos se aprende

Altibajos como los que había antes de mi etapa como jugador del Barça, donde el club solo rascaba un título cada muchos años. En los 80, una Liga; en los 90, las cuatro seguidas del dream team más las dos de Van Gaal, para luego volver a tener que esperar unos años y a varios presidentes, entrenadores y secretarios técnicos para volver a sentirte orgulloso del Barça de Rijkaard. Duró poco y el voto de censura del verano pasado casi arrasa con todo y todos. Solo quien manda comete fallos. Pero de los fallos se aprende. La prueba: los que querían echar el verano pasado son los mismos que tomaron las decisiones que ahora se han traducido en éxito.

Por éxito no me refiero al triplete, que viste mucho, sino a un modelo de fútbol que, entiendo yo, podría ser referente para todos. La combinación en el campo del talento de fuera con muchos talentos de la casa se ha revelado buena gracias a las copas levantadas. Su estilo de fútbol, valiente, decidido, ofensivo, es la evolución, mejorada y adaptada a los tiempos que corren, de una línea de juego propuesta por el Barça hace ya 20 años. Y 20 años dan para muchos altibajos.

Un paso por delante
Eso es lo que hay que evitar. Te gusta lo que haces y lo que haces gusta y mucho a todo el mundo. A seguir entonces en esta línea. La imagen que das con tu acuerdo con Unicef, tu apuesta decidida por la cantera, por una forma de entender y jugar al fútbol, son un ejemplo. No solo para ti mismo, sino para todo aquel que no sabe a qué quiere jugar, ni qué líneas maestras debe de seguir un club de fútbol.

Si del Barça espero que esté un paso por delante del resto como referente por su cultura futbolística, de las federaciones y de los organismos que regulan el fútbol me gustaría que dieran también un paso al frente para velar por la calidad del juego. Porque ahí todos saldrían ganando.


Si sabes que la próxima temporada es año de Mundial, la federación española debería de hacer algo más, planificar la temporada acabándola en mayo. Si la cita mundialista aprieta, colabora. De entrada: ¿para qué quieres la final de la Supercopa de España (Barça-Athletic de Bilbao) a dos partidos? Con uno basta. Muchos de los que obligas a jugar un partido extra tendrán que defenderte luego en el Mundial. ¿Y para qué la Copa a doble partido? Con uno basta. Otra vez, los mismos a los que obligas a jugar a dos partidos por capricho la competición que tú organizas, querrás luego que lleguen bien al Mundial. Bien es imposible que lleguen. Casi 70 partidos concentrados en 42 semanas es de locos.

La FIFA también se excede en la organización de eventos. Dentro de unos días, la Copa Confederaciones en Suráfrica. En diciembre, el Mundial de clubs en Japón. El que jugará menos partidos, jugará dos en un país remoto en el que se hace necesario adaptarse a un montón de cosas. Y luego querrás que en junio-julio te hagan no un buen, sino un gran y atractivo Mundial. ¿Cómo pretendes que esto ocurra si los actores son los mismos?.

Viendo este panorama, Guardiola no es que tenga claro que ha de ampliar la plantilla. Pero en su decisión pesa la obligación más que la convicción. Si el calendario fuese más sensato y corto, pasarías con un elemento extra por línea. Lo justo para mantener la competencia y que nadie se duerma. Con el calendario tan largo te planteas fichar alguno más, sabiendo que, si te pasas de la raya, corres el peligro de acabar manejando algo en lo que no crees: un vestuario con exceso de futbolistas y siempre más difícil de llevar.

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