Steve Paul Jobs nació el 24 de febrero de 1955 en Los Altos, California. De pequeño (con menos de un año) fue adoptado por un electricista, Paul, también californiano, que junto a su esposa, Clara, le educaron lo mejor que supieron. De sus padres biológicos se sabe que su padre era egipcio y su madre americana, según revela el periodista Duncan Cambell. Sus comienzos los hace en Atari como programador de videojuegos. Años más tarde funda Apple, tras salir de la empresa, crea Next Corporation, para finalmente volver a la manzana más famosa del mundo.
Muchos os preguntareis que tiene que ver este personaje con el mundo del fútbol, pero creo que su discurso en la Universidad de Stanford puede adaptarse a cualquier contexto de la vida. No he podido resistir la tentación de intentar visualizar cierto paralelismo, entre esta tremenda historia y su relación con el triunfo y la idea de crecer continuamente como persona.
En este caso pienso que su aplicación al deporte, puede interpretarse como un afán de superación personal. El ciclista norteamericano Amstrong pasó por algo parecido y supo vencer a la muerte como un verdadero campeón. Otros ejemplos en el balompié los tenemos en Penev, Molina o Quini. Un ejemplo de fuerza y lucha constante, que ridiculiza situaciones que en un principio pueden parecer preocupantes, pero que con la perspectiva adecuada y tomando este caso como paradigma, acaban siendo minimizadas; perder un partido, estar dos semanas de baja por lesión, permanecer un mes en el banquillo o fallar un penalti. Las verdaderas dificultades de la vida se superan levantando la cabeza y caminando a paso firme.
Espero que disfruteis de este maginífico mensaje, de esos que te hacen reflexionar y ver en donde residen las cosas verdaderamente importantes de la vida.
Para todos los campeones que leeis este blog.
Muchos os preguntareis que tiene que ver este personaje con el mundo del fútbol, pero creo que su discurso en la Universidad de Stanford puede adaptarse a cualquier contexto de la vida. No he podido resistir la tentación de intentar visualizar cierto paralelismo, entre esta tremenda historia y su relación con el triunfo y la idea de crecer continuamente como persona.
En este caso pienso que su aplicación al deporte, puede interpretarse como un afán de superación personal. El ciclista norteamericano Amstrong pasó por algo parecido y supo vencer a la muerte como un verdadero campeón. Otros ejemplos en el balompié los tenemos en Penev, Molina o Quini. Un ejemplo de fuerza y lucha constante, que ridiculiza situaciones que en un principio pueden parecer preocupantes, pero que con la perspectiva adecuada y tomando este caso como paradigma, acaban siendo minimizadas; perder un partido, estar dos semanas de baja por lesión, permanecer un mes en el banquillo o fallar un penalti. Las verdaderas dificultades de la vida se superan levantando la cabeza y caminando a paso firme.
Espero que disfruteis de este maginífico mensaje, de esos que te hacen reflexionar y ver en donde residen las cosas verdaderamente importantes de la vida.
1 comentario:
UN MENSAJE INCREIBLE, GRACIAS.BUEN BLOG.
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