sábado, 31 de enero de 2009

Jugadores de entrenamiento

Las personas vínculadas al mundo del fútbol, conocen la frase "ese es jugador de entrenamiento". Dícese del futbolista que ofrece, en las sesiones de entrenamiento, un nivel alto a diferencia a como lo hace posteriormente en un partido de competición. Tiene destreza en la comprensión y realización de juegos con objetivos, circuitos confusos y complicados, en resumidas cuentas se trata del jugador que se siente cómodo cada día en el entrenamiento, pero que extrañamente parece otro cuando llega el partido del Domingo.

Es muy importante el factor psicológico. El miedo, la ansiedad, la presión, son enemigos del futbolista y trabajarlos es la única solución para complementar el rendimiento y que este no se quede a medias.

Una vez hemos visto que el jugador se desenvuelve en los entrenamientos exhibiendo un nivel que nos agrada y cumple correctamente con los objetivos encomendados, no podemos desperdiciar tales aptitudes por presentar un muro mental que lo limita y obstruye.

La “autoestima” es la
valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida. Esto traducido al fútbol y a la idea de este artículo, viene a decir que la valoración sobre las sensaciones que tenemos en una sesión de entrenamiento hemos de ir añadiendola al objetivo final, que no es otro que la de plasmar esas sensaciones que tenemos durante la semana, en el partido de competición. Si durante la semana el jugador controla, encara, desplaza, presiona, defiende, anticipa ... con un 8 como valoración, en el partido debe de ser un 8, y no un 5 o un 6. Esto amigos solo se consigue con confianza y motivación.

Existen extraños casos de jugadores que hemos visto todos, caso de Pernía, Marcelo, Reyes, Drenthe, Zigic (en el Valencia) ... que han mostrado un altísimo nivel, habiendo sido internacionales y disputando mundiales y torneos europeos con sus clubs. Seguro que todos ellos entrenan al mismo nivel de sus compañeros y por eso o son titulares o han tenido la oportunidad de serlo. Cuando los vemos en partido de competición, no cuentan los entrenamientos, no los hemos visto a diario, por lo que no tienen excusa, y menos para el aficionado exigente. Me dareis la razón en que estos jugadores parecen irreconocibles. Se entrena bien, pero se juega mal, por lo que algo negativo está pasando. Detectar a tiempo estas sensaciones y hablarlas con el jugador, pueden remediar el problema.

Existe el caso totalmente opuesto, jugadores de partido. Aquellos que por diferente motivo, motivación, "escaqueo" o personalidad, entrenan como un 5 y el domingo son un 8. Son diferentes, necesitan de la presión, de la intensidad, de la verdadera esencia de este deporte, yo amigos me incluyo en este grupo a pesar de intentar cambiarlo cada día.

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