Análisis del sorteo de Sudáfrica

Grupos bastante similares, pocos indicios de sorpresas por lo que se refiere a las grandes favoritas y mucha pelea por los segundos puestos. El Brasil-Portugal como choque estrella indiscutible, una buena perspectiva en general para las selecciones africanas y un sorteo positivo para España en la primera fase pero con una amenaza real en octavos. Una buena noticia: si Brasil e Inglaterra son primeras (para mi, los otros dos equipos que parten en la primera línea de candidatos), no se cruzarían con el conjunto de Del Bosque hasta la final. Y yo soy de los que prefiere que el nivel de dificultad sea progresivo: los cocos, cuanto más tarde mejor. ¿Por qué? Porque te mides con ellos cuando ya has superado varias pruebas, cuando tienes la confianza por las nubes. Y eso es fundamental en una escuadra que no ha hecho nunca grandes cosas en un campeonato del mundo. Pero eso vendrá más tarde.

El grupo de España: Bielsa como gran amenaza
No hay ningún periodista que haya convivido con Marcelo Bielsa que no te cuente una historia o una anécdota que realce su carácter obsesivamente estudioso, su absoluta dedicación al fútbol y su visión del juego como algo casi científico. Sólo por ese trabajo se explica que Chile se haya convertido en un rival al que nadie quería en el sorteo de hoy. No tiene grandes figuras reconocidas universalmente -aunque Humberto Suazo es un delantero fenomenal, en Europa no levanta pasiones-, pero el nivel de desarrollo de su estrategia desde un punto de vista táctico la ha hecho progresar. Bielsa no suma, Bielsa multiplica. Innovador en los sistemas, padre del 1-3-3-1-3, su presión asfixiante ante Argentina precipitó la marcha de Basile y la llegada de Maradona. Incomoda al que mejor toca, y ese es el gran problema que tendrá España. Sin embargo, hay aún diferencia de calidad. Que sirvan todos los elogios que escucharemos del estratega rosarino para concienciar al equipo de que no va a ser nada fácil derrotar a Chile. Pero con la máxima tensión competitiva, España debe ser primera.

¿Y Chile segunda? Probablemente es favorita para serlo, sí, pero no lo demos por hecho. Suiza, eliminada en primera ronda de su Eurocopa, hizo méritos para más. Tuvo la peor de las suertes: en cuanto a los resultados y en cuanto a la lesión de su gran figura, Alexander Frei, en el primer partido. Repetirá el bloque que quedó fuera en octavos del Mundial sin recibir ni un solo gol, con algunos hombres más maduros -como Barnetta-. Sufrió más de la cuenta en la fase previa porque cometió el error más escandaloso de toda la zona europea: perder en casa ante Luxemburgo. Ha aprovechado la multiculturalidad de su nación para adquirir un talento natural que históricamente no ha tenido. El Mundial llegará demasiado pronto para la generación campeona del mundo en categoría sub-17 -aunque no descarto ver a Ben Khalifa si la rompe en el Grasshoppers- y quizá demasiado tarde para Hakan Yakin -aunque tiene que viajar a poco que siga rindiendo dignamente en el Luzerna-, lo más fino del fútbol helvético en mucho tiempo. Será el rival inaugural para España y un equipo a priori propicio: alegre, abierto, no excesivamente férreo y con la línea defensiva como principal punto débil.

Y Honduras para intentar arañar algún puntito, pero con escasas opciones de clasificarse para octavos de final. Logró meterse en el Mundial gracias a un gol de Estados Unidos en el tiempo de descuento, asegurándose de este modo la tercera plaza de la CONCACAF. Es evidente que su fútbol ha progresado y lo demuestra la presencia de varios jugadores en ligas importantes: Suazo y Álvarez en Italia, Palacios -que está siendo un espectáculo en los spurs gracias a ese estilo tan particular que conjuga fuerza y claridad en el pase-, Figueroa y Thomas en Inglaterra... Pero en general debe pagar el salto cualitativo. Puede conseguir algún resultado remarcable, pero España debe ganarla bien si se toma el partido con la concentración que todo Mundial exige.